Desde su propia génesis, alumbrada por la totémica figura de Chris Marker, Latexos aspira a ser un espacio de comunión entre los cineastas y entre nosotros y esas imágenes y esos sonidos que nutren humilde y sensitivamente nuestro espíritu.
Propuestas de carácter autobiográfico que transitan la vía de la rememoración, el exorcismo o la investigación en el seno familiar con el fin de entender ciertas disfuncionalidades y traumas, cohabitan con una singular comedia de luminosas, pícaras e inconmensurables protagonistas abocadas a sobrevivir al filo de sus límites físicos y emocionales, y con un imaginativo y eficaz ejercicio metalingüístico que, siguiendo la senda detectivesca más canónica, intenta revelar la esencia de aquello que denominamos cine clásico.